La escribí en una cocina embrujada y lo mandé por carta para que lo grabe Baglietto.
Cuando lo anoté le agregué un título al azar, sin pensar en nada, solo por el gusto del absurdo: luego entendí que somos como los témpanos, por abajo, por dentro,somos más profundos y nos ocurren más cosas que las que dejamos ver.
Adrián Abonizio
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