Adrián Abonizio
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Anecdotario Nª 13: Cuando escribí... En tierra firme
Adrián Abonizio
Anecdotario Nª 12: Cuando escribí... Cantandolé a los vivos

Adrián Abonizio
Anecdotario Nª 11: Cuando escribí... Dormite patria

Dormite patria: una canción de cuna para la patria, sólo eso. Como si ella fuese una niña, un animalito herido y no esa cosa conmocionante de los libros y los mapas.
Anecdotario Nª 10: Cuando escribí... Dios y el Diablo

Hambre de boemia, amigos que proveían de comer y el empecinamiento de fumar, y escribir toda la noche.
Adrián Abonizio .
Anecdotario Nª 9: Cuando escribí... Rieles

Inventé una historia de amor en esos años repletos de melancolía por un país que había sido roto.
Adrián Abonizio
Anecdotario Nª 8: Cuando escribí... El Témpano

La escribí en una cocina embrujada y lo mandé por carta para que lo grabe Baglietto.
Cuando lo anoté le agregué un título al azar, sin pensar en nada, solo por el gusto del absurdo: luego entendí que somos como los témpanos, por abajo, por dentro,somos más profundos y nos ocurren más cosas que las que dejamos ver.
Adrián Abonizio
Anecdotario Nº 7: Cuando escibí ...

La villa de los milagros: es la más jovencita de todas y reafirma mi enfermedad , que consiste en un enamoramiento de las imágenes religiosas, preferentemente femeninas.
Adrián Abonizio
Anecdotario Nº 6: Cuando escibí ...

Adrián Abonizio
Anecdotario Nº 5: Cuando escibí ...

Yo no era ni una cosa ni otra , pero sí me sentía "afuera" como él, esperando en los caminos un golpe de suerte con que cambiar de vida.
Adrián Abonizio
Anecdotario Nº 4 : Ningún tren a ningún lado

Nosotros preferimos cualquier tren a ningún lado, porque es mejor partir sin saber adonde a esperar por el viaje predecible que termina oxidando todo lo que toca: rieles, campo, cielo, corazón.
Adrían Abonizio
(interior CD Ningún tren a ningún lado) con Sergio Sanz
Anecdotario Nº 3: Cuando escribí Mirta

Tenía turno nocturno y escondía una guitarra en mi casillero. Allí era considerado por mis patrones como un boludo, porque sabían que "andaba en la música" y porque además, tenía el desparpajo de usar lentes oscuros mientras cobraba en la caja.
Volví temprano y el tema me salío como un chorro, en el living de mis viejos.
Tenía la casa en venta y mientras era mostrada a una pareja, yo, con una pierna frenaba el ingreso de los posibles compradores, hasta tanto poder terminar el tema. El Mundial 78 estaba cerca.
Anecdotario: Nº 2 - Años pesados
No siempre íbamos presos pero de vez en cuando pasábamos una tardecita.La que más recuerdo es una de septiembre-pelo largo, pantalón de bambula, colita en el pelo y una carterita que contenía mis documentos, unas letras de temas y un grabador con temas registrados en ensayos-Me cerraron el paso en una esquina de Echesortu como si fuese el mismísimo Camilo Cienfuegos.-Hijo de puta, me repetía un morocho alto.-Hablá, decime una sola cosa y sos boleta, hijo de puta.Empeñado como estaba en dedicarle esas frases a mi mamá, no advirtió que otro, un policía viejo, lo retiraba de su apremio verbal hacia mi persona y ordenaba que me metieran en el Falcon por averiguación de intereses.Luego en la comisaría, revisado y dado vuelta como una media y tras ser interrogado a cerca de mi trabajo, profesión, dedicación, ideario político, inclinaciòn sexual y religiosa y comprendido que era inocente de la hoguera me dejaron salir.-El grabador, reclamé al morocho que había ofendido a mi santa madre.-Devuélvamelo.Le dije imperioso.El policía viejo se lo quitó no sin antes por curiosidad depositarlo en un escritorio y apretar el botón anaranjado para comprobar que habia.Tras escuchar algo de la maraña de sonidos que pomposamente denominábamos temas, sencillamente le susurró al morocho agresivo.-Viste, pelotudo que no valía la pena quedártelo!
Y me dejaron ir.
Y me dejaron ir.
Anecdotario Nº1 : Debút de barrio por Adrián Abonizio
El primer grupo que formamos en nuestro barrio Echesortu se llamó El Principio.Eramos cuatro.Cusumano, los hnos.García y yo.Compramos tres guitarras: alli nos enteramos de la presencia necesaria de un bajo.Devolvimos una y me mandaron a mi a tocarlo, puesto que era el menos ducho en tocar un instrumento.Daniel consiguió su batería comprándola a un módico precio a !un basurero que pasó por la puerta!.Yo pasé a la guitarra con serio riesgo de contraer tétanos puesto que nunca cambiaba las cuerdas y mi correa lo constituía un cable de luz grueso.Ensábamos los sábados, mientras los papás de los García demostraban una paciencia infinita:uno dormía la siesta sin q molestarse por los ruidos molestos y la mamá atendía pared de por medio a atribuladas clientas de peluquería. Nuestro debut, ya con Chianelli en órgano fue en la fábrica Ebonitt de su papá ante obreros condescendientes que aplaudieron piadosamente-Yo era el cantante del grupo, al estilo Morrison, patillas, jopo suelto, camisa ranchera y gamulán.Una chica se me acercó y me felicitó emocionada-Cantás muy bien, lástima que lo hacés en inglés!.Evidentemente mi dicción y los equipos cosntituían una mezcla terrible.Disolvimos el grupo y lo cambiamos por Irreal, donde si se quiere, empezó una carrerita ascendente que fuera semillero de canciones,solistas y nos otorgara la formación de convertirnos es espiritu y materia de lo que seríamos en el futuro inmediato: músicos que vivieran de sus trabajos.
Pero eso ya es otra historia, en donde se acumulan sustos policiales, grabaciones primerizas y recitales donde perder la virginidad.
!Proximamente la siguiente entrega!
por Adrián Abonizio
Pero eso ya es otra historia, en donde se acumulan sustos policiales, grabaciones primerizas y recitales donde perder la virginidad.
!Proximamente la siguiente entrega!
por Adrián Abonizio
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