Aplausos

Los artistas dicen que se alimentan con aplausos
como los pececitos en la pecera necesitan de otras manos
para llenarse el buche
Las maestras enseñan las marcas coloridas de los límites
pero desconocen los lardosos confines de sus broncas y sus ligas
a ambas muy pocos llegan
Nadie me llama para decirme que hice un viaje con buenos sentimientos
En las tripas. O te quiero y punto. Sólo ella, la mártil, a la que contesto
ausente, que sí , que ya va, que todo es ficción
Sólo ella me desespera
porque me desespera
Tragaluz en el desayuno
Es una islita ciega
tanta locura no llena
tanta geografía nos confunde
ambos no cabemos en una solo cabeza
Necesitamos de las dos
pero la mía sobra
Es el rastro de una mosca
aplaudida sobre un mapa

Autor: Adrián Abonizio
Libro: Casa de fieras

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