El Diario . Paraná


Miembro fundamental de uno de los movimientos culturales más importantes que vio nacer Argentina hace 30 años: La Trova Rosarina. Hacedor de canciones de la memoria colectiva: “Mirta de regreso”, “El témpano”, “Dios y el Diablo en el taller”, entre otras. 
Para renovarse en la expresión, Abonizio se lanzó hacia el tango y ahora escribe las crónicas modernas con un personal espíritu tanguero teñido de humor y tragedia cotidiana. Te invitamos a compartir la entrevista.


Tangolpeando es parte de una trilogía tanguera, ¿podrías contar sobre los otros dos discos que la componen? 

Adrián Abonizio (AA): Fueron concebidos como un todo ascendente: el tango criollo, puro, luego el tango canción y por último el tango experimental, sicodélico con el que terminaremos la trilogía denominada Tricota. Claro que seguiremos con el tango en cualquiera de sus vertientes porque lo vamos a institucionalizar como parte de nuestro ADN. Siempre lo hicimos pero ahora sacamos carnet de autores y nos tenemos fe. 

¿De qué manera empezaste a escribir y cantar tus propios tangos? ¿Cómo fue el proceso de composición junto a Rodrigo Aberastegui? 

AA: Naturalmente, dándole temas a Amelita Baltar, el dúo Baglietto-Vitale, Gabriela Torres, Patricia Barone, San Telmo Lounge, entre otros. Luego supe que nadie mejor que yo para entender lo que escribía así que me largué contando con la ayuda de Rodrigo... el tango es una gran fábula que te permite ponerte mascaras diversas, versátiles... pero hay que actualizar el lenguaje, hay que ser uno mismo, poéticamente hablando, como uno es, como se sienten o se inventan las cosas. El tango es un guión siempre extraordinario de una película que siempre se está escribiendo. 

¿Llegaste al tango por algún tipo de necesidad artística en particular? 

AA: Estaba como ahogado: había historias que no podía contar más que desde la óptica tanguera, con humor negro, con melancolía, con la sensación definitiva de animarme a pertenecer a una región donde lo que se cuenta tiene que ver con lo que viví, con lo que veo. 

¿Para vos qué es el tango canción? ¿Qué te moviliza para escribirlos? 

AA: El tango es como respirar, como escribir una novela en tres minutos. Me mueve el deseo que arrimarme a los grandes letristas, aprender de ellos. Ser tanguero sin darme cuenta, con la sencillez de estar, de ser un punto en el planeta que apunta al cielo: espero que la gente sin importar la edad se identifique con nosotros. 

¿Más allá de la música, la lectura también te acercó a este género? 
AA: Si, claro. Nadie que no haya leído y mucho puede escribir tangos. Desde Ciorán hasta José Hernández, pasando por los chistes de bar hasta las narraciones deportivas, todo es tango, solo que hay que estar atento para filtrarlo y traducirlo en historias. 

El tango es una música que sigue evolucionando, creciendo a qué se debe. 

AA: Lo hace porque es un género inmortal, así de simple y va mutando sin perder su cascarón, su esencia milagrosa. El tango cantado es un hecho inédito donde la gente aplaude los finales tristes, es raro, pero contundente. Es extraño emocionarse, reírse, burlarse de la hipocresía del mundo, y enamorarse de la nostalgia a través de los tangos: es un género impresionante, es ciencia ficción. 

Hace tres décadas eras parte de un movimiento que marcó la música de nuestro país, ¿hay una nueva trova rosarina según tu opinión? 

AA: No creo, no la veo. Con humildad considero que hemos construido un castillo de maderas fuertes con portones abiertos. Que nadie se haya atrevido a entrar no es asunto nuestro. En todo caso han levantado sus propios fortines. Nosotros cumplimos 30 años y parece que aun no hubiésemos empezado: está todo por hacerse. 

¿En esta etapa de tu vida te sentís cerca o lejos del rock? 

AA: Ni cerca ni lejos, llevo al rock en la sangre y no me lo podré sacar. Lo contestatario ya fue enterrado con pompas fúnebres, ahora queda el ritmo, un juego de palabras, el recuerdo de algo, lo cercano como el amor a Spinetta, a Charly, Divididos, Sumo y listo. A otra cosa. Lo que me ayudó a liberarme hoy ya carece de fuego. Pero hay que ser agradecidos. Con Sainz y Aberasdtegui estamos por sacar Embarcaciones que se podría llamar un disco de rock o como se llame... es nuestra vida, nuestro latido, nuestra composición en trío lo que prevalece, el cariño a la música que nos ayudó tanto. 


DIXIT 

El tango es como respirar, como escribir una novela en tres minutos. Me mueve el deseo que arrimarme a los grandes letristas, aprender de ellos. Ser tanguero sin darme cuenta, con la sencillez de estar, de ser un punto en el planeta que apunta al cielo: espero que la gente sin importar la edad se identifique con nosotros.

CUADRO 
Adrián Abonizio: Uno de los mayores emblemas de la trova rosarina presentará en Paraná su nuevo disco: “Tangolpeando. 

Abonizio estará acompañado por Erica Di Salvo en violín (ex integrante de la banda de Charly García), Rodrigo Aberastegui en guitarra y piano y “Muerto” Sainz en contrabajo. 
Agendá: Viernes 12 de octubre | 21hs | teatro municipal 3 de febrero. Plateas $60 - Tertulia $50 - Paraíso $40.