Nombre propio


NOMBRE PROPIO



Tengo la tentación de haber escrito
Los poemas por otro
En ésta ciudad perdida
La gente olvida sus nombres propios

Fumo y perfumo el corredor
Con mi oliente incompletad
A la espera atestigua
La belleza duele en las entrañas
La detenida y pálida presencia
Olorosa como si viniera de mujer desconocida
Sopla en el cristal oprimido por el sol

Tendido como un cucarachón
Al que perdonaron ayer y hoy excomulgaron
Y lo pelearon y rayaron su pubis
Luego le pidieron dormirse
Con una filosa limpidez de aguja
Cae cae él cae caigo

Desde el adormilamiento
Desde el sonrosado torrentoso fin de luna
Calladamente desplomado en mi
Jubilado pardo del clavel, veintinueve años y una esposa
Si no es para tanto, apenas llevo raspada un ala
Qué problema profundo deja huella en éste silencio raso?
La guitarra depura un pañuelo vulnerado
Para tu cabeza de saussure
Tu inmovilidad de adivinanza que es tierra rotoamor

No jodamos, ábranme de esta cama
Que cae cae por el aire caigo
Tieso y sumergido de este acuario amable
De temperatura terrenal y peridural pasión
Aroma a pollo hervido santas liturgias pasaportes innombrables
Ropa de parientes murmullos y novias dispares
Mientras la cadencia de una enfermera lobuna
Musita “ Tócame soy tuya” pero sola dibuja un gesto
De profesional encuentro hacia el caído
Circunda el televisor que echa centellas
Dictamina el gráfico de armonía lobotomía
Seminomia en estado puro y desde la niebla
Imagino una veta incalculable de tesoro de carne
“quiero acostarme con vos” antes que partas
Pero solo me da un besito triangular en la frente
Por los inmolados
Por los arponeados
Por los cantautores
Por los corazonados



Autor: Adrián Abonizio
Libro : Casa de fieras

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